Democracia y resistencia civilEn los primeros años del siglo XX Francisco I. Madero encabezó a los mexicanos en la búsqueda del sufragio efectivo y la no reelección. La reelección no es posible en México, al menos para el poder ejecutivo.
La efectividad del sufragio sólo fue tal con la elección del propio Madero como Presidente de la República. Después la Revolución con sus gobiernos institucionales pero no democráticos. El partido que se apropio de la Revolución y usufructuó el poder en su nombre,
desde su nacimiento en 1929, impidio, en la práctica, a los ciudadanos el derecho a elegir.Un siglo después, en estos primeros años del siglo XXI, seguimos buscando que el voto sea efectivo. El 2 de julio emitimos el voto. Los votos, 42 millones de votos de un padrón de electores de más de 71 millones.
A un mes de la elección tenemos, muchos mexicanos, dudas del resultado de la elección. Esperamos la resolución del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. Su resolución debe satisfacer a los mexicanos. Ante las pruebas que ha recibido el Tribunal y las que se han mostrado por los medidos surge la duda, cada vez mayor, sobre el conteo de votos hecho el día de la elección.
La mejor manera de resolver esta inédita situación que estamos viviendo es un recuento de los votos emitidos el 2 de julio en la elección presidencial. Así sabremos con certeza quién obtuvo más votos. Así tendremos un presidente electo por una mayoría, relativa, pero mayoría.
La manifestación de nuestro desacuerdo, si es tal, con el conteo de votos que hizo el Instituto Federal Electoral, es valida a la luz de las evidencias mostradas. Este desacuerdo legitimo no debe llevar a la protesta que afecte a otros ciudadanos, que están de acuerdo con el resultado conocido o que son indiferentes. No se debe continuar impidiendo el tránsito en las principales vialidades de la capital de la República. Esta forma de protesta molesta a muchos ciudadanos y puede revertirse en contra del anhelo democrático de muchos.
Muchos queremos la democracia, la queremos sin adjetivos. Que cada voto cuente y que éstos se recuenten, para tener la certeza del resultado. También queremos que quien quiera circular por el Paseo de la Reforma, las avenidas Juárez y Madero lo pueda hacer. Así de simple.
Que no se estorbe el derecho de otros. Por la herencia de los liberales de la Reforma encabezados por Benito Juárez. Por el anhelo democrático de Francisco I. Madero del sufragio efectivo.
Esperamos la resolución del Tribunal Electoral.