Opiniones
miércoles, agosto 16, 2006
 
Oaxaca

El estado del que es oriundo Benito Juárez, y por ello su capital lleva su nombre, está convulsionado. Son muy visibles las evidencias de la falta de gobierno en la ciudad capital y en el estado.

El antecedente se remonta al 1º de mayo de 1980, cuando los profesores agrupados en la sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación iniciaron la recuperación de la dirección de su sindicato, entonces en manos de los dirigentes ligados al sistema priísta. Desde entonces los maestros han pedido aumento de sus percepciones, acudiendo para ello al Gobierno Federal y, al descentralizarse, en la década de los noventas del siglo XX, la educación básica a los estados, al Gobierno del Estado. Situación recurrente cada año.

Durantes los últimos 26 años, más de un cuarto de siglo, el conflicto ha subsistido. Varias generaciones de oaxaqueños han sido formados en la recurrencia de paros magisteriales. Los nuevos profesores que se han incorporado han sido formados en esas circunstancias, no todos los que ejercen como tal son competentes, lo que se manifiesta en el atraso de los niveles educativos de muchos niños, jóvenes y adultos ya.

En este año, nuevamente los maestros salieron a la calle a plantear sus demandas. El Gobierno del Estado desatendió sus peticiones, no dialogó, y pretendió resolver el conflicto mediante la represión, desalojando a los maestros del centro histórico en cuyas calles acampan. La policía, con la que se pretendió resolver el conflicto, fue ineficaz, regresando los del plantón a las calles, acompañados con otras organizaciones sociales. Iniciando la toma de instalaciones del Gobierno, impidiendo el acceso a oficinas públicas y privadas. Impidiendo la vida normal en la ciudad que vive del turismo, ahuyentándolo.

La actividad social y económica de Oaxaca está obstaculizada, con la salvedad de algunos lugares que pueden visitarse con tranquilidad.

Hemos visto como el conflicto se está agravando. En la práctica el Gobierno del Estado no gobierna. El Gobierno de la capital, Oaxaca de Juárez, tampoco. Y el Gobierno Federal, evade su responsabilidad de trabajar por el bienestar de la unión y sus ciudadanos.

¿Que sigue?

La única salida que se ve es el retiro del Gobernador. Ha mostrado su incapacidad para gobernar mediante el dialogo, también en la represión su gobierno ha sido incapaz. No gobierna. No puede hacerlo. Debe irse.

El Congreso del Estado no ha sido capaz de asumir su responsabilidad y retirar al Gobernador, que no gobierna.

Es tiempo de que el Congreso de la Unión asuma su responsabilidad y mediante la intervención de la Cámara de Senadores se retiré al Gobernador, que no gobierna. La actual legislatura federal está por terminar sus funciones. Deben ser, entonces, los nuevos legisladores quienes asuman esa responsabilidad. De esos legisladores esperamos su actuación para iniciar la solución a este conflicto.

No esperemos a repetir la historia. Al anochecer del 2 de marzo de 1977, una manifestación de ciudadanos que, entonces, demandaban una reforma universitaria fue embestida por grupos paramilitares y la policía. Heridos y un muerto: Ricardo Pérez Hernández. La madrugada siguiente, Oaxaca de Juárez amaneció tomada por el Ejercito, en sus calles los soldados, y el gobernador de entonces tuvo que irse. No estamos en los aciagos años del sistema priísta.

Las instituciones de la República tienen la obligación de hacer frente al conflicto que se vive en Oaxaca. El Gobernador tiene que irse.

Los delitos cometidos en medio de las protestas callejeras deben castigarse. No debe permitirse la impunidad. Pensemos y tengamos el valor de vivir en un estado de derecho.

Las demandas de los maestros deben atenderse. Acordar con ellos la forma de hacerlo, con las limitantes económicas de un Estado con pocos recursos y una economía afectada.

La educación debe organizarse. Para ello es necesario rescatar el Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca –IEEPO-. Revisar los nombramientos de profesores y su competencia. Una de las pocas salidas de la marginación y el atraso, de Oaxaca y de todo México, es la educación. La educación pública debe ser de calidad para formar ciudadanos productivos y responsables. En Oaxaca se tiene el ejemplo de uno de sus mejores hijos: José Vasconcelos, maestro de América.

Oaxaca, con todo México, merece vivir en condiciones que permitan el estudio, el trabajo, el progreso, el florecimiento de la cultura en lo que ya se distingue. Para ello se requiere de tolerancia, de entender al otro, al que piensa distinto. Que todos estén incluidos: Los indios, los descendientes de los mestizos y de los criollos, de los inmigrantes.

Oaxaca espera que el Congreso de la Unión actúe.

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Este artículo se publicó y comentó el 22 de agosto de 2006 en los Weblogs de El Universal.
 
Comentarios:
Lo de Oaxaca es preocupante pero siempre ha estado ahí.
La educación es la clave. En oaxaca hay escuelas en condiciones extremas igual que en la zona maya de Quintana Roo, el salario de los docentes es terrible. ¿Cómo poder trabajar así? Es injusto ya que Elba Esther acumuló tanta riqueza solo por ser la "líder moral", da mucha rabia.
Estoy totalmente de acuerdo con lo que dices en el último párrafo.
 
La Condición de Oaxaca es inquietante y frustrante. Es un Estado tan rico en cultura tradiciones yd emás, que da pena ver esta situación.

Un amigo español decía que no podía creer que, teniendo tanta diversidad y tantos recursos, México no sea un país boyante. En fin.

Y cierto, la educación es un pilar importante. Si gustas, cuando visites el blog, puedes ver en mi side bar un manifiesto por la educación. Seguro encontrarás coincidencias fructíferas para hacer labor en este país que tanto necesita una educación.
 
Buen texto.

Me duele tanto lo que está pasando Oaxaca y este país.

Un saludo
 
tienes razón. Interesante la reflexión que haces a la sombra de la historia de ese Estado.

Creo que es necesario que el gobierno federal juegue un rol como intermediario entre las partes del conflicto. Sin embargo, nuestro presidente insiste en minimizar todos los problemas que han surguido en éste último año de su mandato.

Salu2
 
Sí, estoy de acuerdo que Raymundo Riva Palacio tiende a ser leguleyo. Me desconcertó un artículo que publicó criticando las pràcticas de resistencia de López O.
Sin mbargo, no dejo de admitir su calidad como maestro en la enseñanza del oficio del periodismo.
Un abrazo, amigo y gracias por desearme suerte.
Espero tener participantes.
Besos
 
Elonaí...buena e interesante reflexión.
Un beso.
 
Excelente texto, pero son cosas con las k se tiene k aprender a vivir... gracias por tu visita, nos leemos, cuidate mucho y sonrie
bye
 
muy buena tu reflexion
 
Allá son los profesores; acá, los estudiantes. El problema es uno solo: el valor de la educación en todo su significado. Los profesores DEBEN tener el mismo nivel de salarios que cualquier otro profesional 'tradicional'... si no comen, no tienen ganas de educar, por decirlo claro.
Un abrazo
 
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