Por la Presidencia de México
Segundo debateAnoche, por la televisión, los mexicanos, sin distinción de género, pudimos ver a la candidata Patricia Mercado de Alianza Socialdemócrata y Campesina y a los candidatos: Roberto Campa de Alianza Social, Roberto Madrazo de Alianza por México (Partidos Revolucionario Institucional y Verde Ecologista), Felipe Calderón (Partido Acción Nacional) y Andrés Manuel López Obrador (Coalición Por el Bien de Todos), postulados para la Presidencia de México, debatir. Hubo propuestas. Se dieron algunas descalificaciones.
Escuchar de viva voz y en transmisión inmediata los planteamientos de los candidatos es un ejercicio saludable para nuestra adolescente democracia. Es un acercamiento de los candidatos a los ciudadanos. Es superar el anuncio televisivo o la crónica del noticiero. Es una plausible comunicación directa de los que aspiran a gobernar México con los ciudadanos.
Me parece digno de rescatar la coincidencia de que habrá que establecer un panorama de acercamiento, no de claudicación de propuestas, para crear condiciones de gobernabilidad. Este acercamiento en el debate, más tarde, también frente a las cámaras de la televisión, lo platicaron y acordaron suscribirlo los presidentes de los partidos contendientes. Aceptar así que los votos de los ciudadanos sean los que decidan quién debe gobernar y que esto sea reconocido por los candidatos y partidos contendientes al término de la jornada electoral.
La Presidencia está disputada por los candidatos Felipe Calderón, de la derecha, cuyo proyecto es continuar con el modelo económico que se ha establecido en México desde 1982 y que ha traído pobreza y una gran desigualdad y el proyecto alternativo, de izquierda, que propone Andrés Manuel López Obrador, dando prioridad a la atención de las necesidades de las personas de escasos recursos, dinamizar el mercado interno para aumentar la producción y generar así una dinámica de crecimiento económico que generé empleo, crear infraestructura para el desarrollo.
En estos primeros años del siglo XXI, la disyuntiva se resolverá con los votos de los ciudadanos. El dilema es entre la derecha, con la continuidad de su programa económico que ya ha sido padecido por los mexicanos por 24 años o una oportunidad a la izquierda, para que cambie ese modelo e inicie la superación de la pobreza y la desigualdad, mediante un desarrollo económico que brinde oportunidades a todos.
La elección es el medio por el que se decidirá la opción que preferimos los mexicanos. Después de la elección tendremos que seguir trabajando para superar todos los retos que como sociedad tenemos, para ello se requiere de armonía, de convivencia en paz. Cómo dijo Andrés Manuel en una de sus intervenciones de ayer: Vamonos por el camino de la concordia.